Pero, ¿qué pasa cuando el Estado, encargado de crear leyes y de hacerlas cumplir, deja de cumplir estas tareas? ¿Qué pasa cuando el Estado instala la impunidad en la sociedad, es decir, cuando permite que unos maten a otros, recayendo así en la situación "natural" anterior al Estado de derecho? Se rompe, entonces, el contrato social. Vuelven a instalarse la total inseguridad y la ley de la selva. El Estado pierde su legitimidad, al dejar de cumplir el papel que le fue asignado. En tal caso, urge que los ciudadanos y las ciudadanas intervengan para exigir justicia, combatir la impunidad y rehacer el contrato social. A esta conclusión nos lleva la reflexión sobre la violencia y la impunidad en Guatemala, a partir de una de las tradiciones del pensamiento político. Si no nos oponemos al incremento de la violencia y si no luchamos contra la impunidad, seremos cómplices del regreso a la total inseguridad que reina en la jungla y perderemos la oportunidad de convivir como gente sensible, solidaria y corresponsable por la vida de todos y todas.